Si los "Diarios" de Chantal Maillard son, como ella los definió, una obra en marcha que terminaría al tiempo que su capacidad de observarse, "Husos" se presenta a un tiempo como método y como aplicación del mismo. La existencia no es otra cosa que el movimiento de un huso a otro huso. La diferencia consiste en que al observador no le pasa desapercibido el trayecto y puede situarse en ese lugar de aparente neutralidad que le corresponde. Sin embargo, esa continuidad dispar que es la trama de la existencia de quien escribe y sin la cual la obra no se escribiría, no se refleja en ella; esos fragmentos son simplemente desechados. Quien quiera elaborar una teoría de la conciencia evitando caer en las retóricas universalistas de la objetividad científica no puede desechar ese material.