Que el autor haya entrado clandestinamente en su propio país
para obtener un estremecedor testimonio ya lo dice todo sobre el reino del espanto que se revela en esta historia. La trama militar organizada en Perú para la persecución de los disidentes arrastra la pasión y el miedo de unos hombres y mujeres que descubren el infierno en que se han metido. Narrando con precisión detectivesca y perplejidad moral, a partir de la misteriosa relación entre un periodista y su informante, las torturas y desapariciones de estudiantes de La Cantuta y agentes del servicio secreto que delatan a sus superiores, así como la cacería contra los resistentes atrincherados en un canal de televisión, Álvaro Vargas Llosa restaura la historia personal, el origen de los sentimientos y las penurias psicológicas de unos hombres que sin esta narración habrían nuevamente desaparecido. El paisaje americano se despliega como un inmenso retablo de cuentas pendientes en el que tropieza el anhelo de la libertad y la dignidad. Sobre él, instalados en su trono despótico, los conductores de esta silenciosa ignominia gozan de la impunidad y la confianza de tenerlo todo atado y bien atado. Pero el autor, en un excelente estilo de narrativa de no-ficción, rescata los hechos, articula las voces, escenifica el dolor de la memoria próxima y compone una obra eminentemente literaria.