Georges Simenon escribió El gato en 1966, acuciado
por la dolorosa separación de su segunda esposa, Denise, quien le había abandonado
tras años de conflicto. La novela es un sórdido drama protagonizado por un
matrimonio de ancianos empeñados en destruirse el uno al otro. El propio Simenon, persuadido de que la obra era
un inconsciente arreglo de cuentas con el pasado familiar, afirmó más tarde que
El
gato era su novela «más cruel», y su amigo Marcel Achard la calificó
como «uno de sus libros más estremecedores».
Cuando Émile y Marguerite deciden casarse, ambos
cuentan ya más de sesenta años de edad, los dos son viudos y posiblemente
contraen matrimonio por miedo a la vejez y a la soledad. Pero pasado el tiempo,
la vida en común dista de ser plácida. Émile
es un antiguo obrero de escasas luces y modales poco educados; Marguerite, por el contrario, es de
carácter dulce y delicado -al menos a primera vista-, y parece echar de menos
las distinguidas maneras de su primer marido. A su vez, él añora la alegría y
la espontaneidad de su primera esposa. Ahora, transcurridos ya unos cuantos
años desde la boda, las pequeñas rencillas del matrimonio comienzan a adquirir
un tono amargo, violento a veces. En esas circunstancias, el gato que el matrimonio tiene se convertirá en un pretexto para
destapar toda suerte de sentimientos hasta el momento contenidos.
En El gato, Simenon explora una de sus obsesiones favoritas y que pocos
escritores han sabido reflejar como él: la de que basta hurgar un poco en la
realidad cotidiana más trivial para que aflore ante nuestros ojos todo un
insospechado mundo de sordidez y crueldad.