Hallados los archivos secretos del espionaje de Franco a los masones
La masonería obsesionó a Franco hasta su muerte y casi logró enloquecerle. Tanto es así que durante la Segunda Guerra Mundial el Generalísimo recibía informes a diario de una espía conocida como A. de S. Esta agente infiltrada en Portugal le ponía al corriente de la actividad de los masones españoles en el exilio, del papel ?cuando menos sorprendente? de don Juan o del duque de Alba o de las numerosas campañas de agitación contra el régimen. Además, Franco tuvo acceso de primera mano, gracias a esta privilegiada información, a las actas de la Asociación Masónica Internacional y a otros documentos sobre la masonería, a la que pertenecían ilustres personajes como Roosevelt, Truman o Churchill. Ahora, tras más de cincuenta años ocultos, los investigadores Xavi Casinos y Josep Brunet sacan a la luz estos documentos, que se componen de cerca de dos mil folios. En ellos se explica de manera sencilla y apasionante cómo logró sobrevivir Franco a la caída de los fascismos europeos o cómo pudo frenar un plan para atraer militares a la masonería.